2014, un año fantástico en el cine, una año que nos dejaba películas como Whiplash, El gran hotel Budapest, Birdman… Pero sobre todo nos dejaba una obra maestra del cine y la ciencia ficción, “Interstellar”. Un film extraordinario en todos los sentidos, sin duda, es su mejor película.

El metraje nos deja un guión sensacional, un futuro distópico en el que unos valerosos astronautas se adentrarán en las fauces del universo para encontrar un nuevo lugar donde habitar.

El comienzo del metraje es extraordinario, muy intrigante y entretenido, pero este se verá superado por la sobresaliente segunda parte de la película, una sobresaliente parte llena de misterios, que quien sabe si podrían suceder en un lejano futuro. Más tarde la película concluye con un final excepcional que no está a la altura de cualquiera.

Creo que también sería oportuno comentar la insólita actuación de Mathew McConaughey, encarnando a Joseph Cooper, un hombre de familia que será el protagonista de esta inigualable aventura espacial. Encima McConaughey, en mi opinión, es uno de los mejores actores de los últimos años. (Analizando la situación desde que empezó en el buen cine, no en las románticas comercialadas en las que previamente había participado)

Como no Anne Hathaway, Michael Caine y Matt Damon se agregan en la sección de grandes actuaciones dentro de este film, que cumplen con creces su objetivo.

La cinta conlleva una maravillosa ambientación, que muestra de muy buena manera el espacio, pero lo mejor es la ambientación de los planetas creados por el propio director, unos escenarios muy creativos que hacen de ella una película más realista. A esta apreciada decoración se le agregan unos excelentes efectos especiales que indudablemente le dan un plus a la película.

Hasta aquí llega la crítica de hoy.

Volveré.