Película a mitad camino entre mockumentary y metraje encontrado que es el segundo largometraje tras Love Your Customers (2007), del director de propuestas como Escape Room (2019), o Insidious: La Última Llave (2018), y que está protagonizada por Jill Larson (Shutter Island, 2010), y Anne Ramsay (Critters 4, 1992), entre otros.

Deborah Logan, una anciana diagnosticada con Alhzeimer, y su hija Sarah, acceden a abrir las puertas de su casa a un equipo de televisión para realizar un documental acerca del desarrollo de esta enfermedad, pero pronto comenzarán a surgir dudas sobre qué es lo que realmente le está sucediendo a la señora Logan.(FilmAffinity)

A diferencia de muchos metrajes encontrados que, desgraciadamente para el subgénero, dejan toda la acción para los últimos minutos del metraje, The Taking of Deborah Logan no tiene este fallo presente del todo, ya que si bien es verdad que la parte más aterradora y explícita se encuentra claramente en su tramo final, nos va construyendo una atmósfera enfermiza con relativo éxito desde poco después de su inicio. Las actuaciones resultan bastante insulsas, a excepción de la gran protagonista del metraje, Jill Larson, la cual consigue meter el miedo en el cuerpo del espectador en más de una ocasión con poco más que una mirada. La trama que se nos cuenta no resulta en gran cosa, ya que obviando algún giro que no aporta demasiado al conjunto, es rutinaria y el espectador intuirá por dónde va a ir de forma anticipada.

The Taking of Deborah Logan no es una película perfecta ni mucho menos, pero es una sencilla propuesta que busca y consigue meter el miedo en el espectador, siendo una cinta a destacar para aquellos asiduos al género de cámara en mano.

Nota personal 6/10