Convencional relato de acción servido en bandeja para el lucimiento de su estrella protagonista, Kevin Costner, necesitado de algún éxito comercial que reviva su potencial comercial.

La película cuenta con un argumento típico de este tipo de productos, donde un veterano agente secreto deberá cumplir su última misión antes de ver a su hija después de muchos años perdidos.

Cuenta con las dosis de acción necesarias para ofrecer un entretenimiento satisfactorio, pero no llega a ir más allá de eso. No ofrece grandes cuestiones emocionales y las interpretaciones del reparto son muy discretas.

Kevin Costner rememora viejos tiempos y se pone el traje de hombre de acción veterano, cumpliendo con su cometido, convirtiéndose en un mero reclamo comercial para sus seguidores. Veremos cuanto le dura la formula, porque ya no le quedan muchos más días para matar en el cine de acción.

Los responsables de la película se vuelcan en la acción, para tapar agujeros arguméntales y deslumbrar al espectador con las tradicionales persecuciones de coches y explosiones. Mucho ruido y pocas nueces en una película que no ofrece grandes sorpresas y que cumple con su misión, ofrecer un entretenimiento ligero y dinámico.