Durante una misión especial para la detención de un peligroso criminal, un agente antiterrorista comete el error de matar al hijo del delincuente y caer mal herido. Suceso tras el cual es dado por muerto por una organización, en la que deberá pasar el resto de su vida, mientras su familia corre un grave peligro.
Vehículo de acción total sin grandes pretensiones acompañado de ligeras dosis de humor, apoyado en un guión irregular que sirve para el lucimiento de su estrella principal Jean Claude Van Damme, que en esta ocasión esta secundado por Mickey Rourke y el jugador de baloncesto Dennis Rodman.
Ofrece una historia inverosímil y poco sólida, que cuenta con buenas secuencias de acción acompañadas de unas dosis de humor, que demuestran que sus propios responsables no se toman la propia trama en serio.
Destaca el manejo de las secuencias de combate, coreografiadas por el reputado director de películas de acción y artes marciales Tsui Hark.
La elección de Dennos Rodman para uno de los personajes principales es otro de los síntomas de la poca seriedad del conjunto, con una insulsa interpretación en la que se limita a hacer comentarios relacionados con el baloncesto, que llegan a ser reiterativos, aunque no dejan de ser divertidos.
En el apartado especial de licencias gratuitas del guión, cabe destacar la inverosímil organización encargada de mantener a grandes agentes del espionaje alejados de su mundo, haciendo ver que han fallecido y el grupo de monjes cibernéticos que ayudan a los protagonistas.
Lo mejor que se puede hacer con una producción de estas características, es no plantearse excesivas cosas y disfrutar de las escenas de combate en las que participa un Van Damme en plena forma y del sentido del humor que rodea al conjunto de la historia.