Voy a ganarme muchos votos negativos con lo que voy a decir en esta crítica de Dos hombres y un destino, pero tengo que decir lo que pienso de la misma. Para mi gusto se beneficia de la presencia de los dos protagonistas masculinos, Robert Redford y Paul Newman, para desarrollar una historia endeble y carente de un gran desarrollo que puede resultar edulcorada y vacía. Prueba de lo que digo se puede encontrar en los numerosos minutos que hay espacio para piezas musicales pegadizas que pueden llegar a saturar.
Lo mejor de la película radica en la química y encanto que desprenden compartiendo escenas, Robert Redford y Paul Newman, pero por lo demás, debo decir que tiene mucho relleno carente de verdadero interés.
En su momento pudo gozar de mucho éxito, pero a mi modo de ver queda como una película demasiado prolongada para alcanzar un desenlace inevitable.
En el fondo no tiene muchos puntos fuertes y el toque desenfadado que pretenden darle sus responsables, hace que no llegue a resultar muy satisfactoria.
Es la típica producción que se beneficia de la fama conseguida en otro tiempo, pero que a mi modo de ver, no funciona de la misma manera en la actualidad.
Un western pasajero y desenfadado que no llega a resultar verdaderamente memorable. La he visto dos veces y las sensaciones siguen siendo las mismas, no es para tanto bombo y platillo.