El director y guionista, Nolan Lebovitz, desarrolla su primera película a partir de una premisa de suspense polémica e interesante, en la que un agente infiltrado debe recurrir a toda clase de métodos para no levantar sospechas y dar con la pista de un dinero robado.

Llamativo y desagradable thriller de suspense que cuenta en su reparto con diversos intérpretes de renombre como: Laurence Fishburne y James Cromwell.

Los responsables de la producción no se andan por las ramas y desde un principio, dejan claro que van a ofrecer una auténtica tortura para público y protagonistas.

El argumento peca de grotesco y reiterativo, haciendo que todo lo que pretende contar, resulte forzado e insoportable.

No es especialmente sorprendente, ni tampoco verdaderamente emocionante.

No la vuelvo a ver en mi vida.

Torturado, queda como un thriller grotesco e incómodo de intrigas e intereses personales.