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España España · A Coruña
Voto de Carli:
10
Drama Ester, su hermana Anna y su sobrino Johan atraviesan en tren un país extranjero y sombrío, probablemente en guerra. Los tres vuelven a casa, pero tienen que interrumpir el viaje y detenerse en una ciudad a descansar en un oscuro y destartalado hotel, ya que Ester, que sufre una crisis vital, se ha puesto enferma. Mientras Ester trata de reprimir la atracción sexual que le inspira Anna, ésta sale en busca de sensaciones que la liberen ... [+]
31 de marzo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“No quiero producir una obra de arte en la que el público pueda sentarse y succionar estéticamente… Quiero darles un golpe en la espina dorsal, quemar su indiferencia, sobresaltarlos hasta acabar con su autocomplacencia.”

Tercera y última película que cierra la "trilogía sobre el silencio de Dios" de Ingmar Bergman. El director sueco ahonda en temas habituales en su filmografía: el vacío existencial, la incomunicación entre seres humanos, la enfermedad o la muerte.

La cinta comienza con un largo plano-secuencia en un vagón de tren. Vemos dos mujeres y el hijo de uno de ellas. Una, al ver a su hermana enferma, intenta darle ánimos pero la otra rechaza la ayuda. Mientras, el niño observa por la ventana una ciudad sitiada, poblada de tanques de guerra. El conflicto no tendrá influencia en la película, pero sí es un elemento utilizado por Bergman para remarcar la opresión a la que están sometidos los protagonistas. El maestro escandinavo también se vale de la falta del entendimiento del idioma en el que país donde se hospedan las protagonistas, como si la incomunicación que impone el idioma desconocido no sirviera más que, para poner de relieve, el inevitable distanciamiento existente entre las dos hermanas.

Anna y Ester son dos hermanas. Desde el inicio ya intuimos que su relación es inexistente. Anna es una joven promiscua, sensual y provocativa, que busca el sexo al contrario que su hermana, que es presentada como una mujer reprimida, intelectual y rígida, que busca refugio en el alcohol para evadirse de su traumática existencia. Es una mujer atormentada por su soledad y con miedo a la muerte, a la que solo un conserje aficionado a la música clásica la comprende, aunque paradójicamente no la entiende. No hay apenas diálogos entre ambas, y pronto vislumbramos que la dura actitud de Ester hacia Anna es fruto de un incestuoso deseo carnal(escena donde Ester espía a su hermana desnuda en el baño o cómo le afecta que Anna se relacione con hombres). Los únicos sentimientos entre ellas son los celos, la envidia y el rencor. Ingrid Thulin y Gunnel Lindblom mantienen un duelo interpretativo de gran altura.

Por otra parte tenemos a Johan, inocente, que buscará diversión por los pasillos del hotel donde se alojan, encontrándose en su camino con un simpático conserje y unos artistas enanos españoles, en un claro guiño a Buñuel. Llama la atención el erotismo explícito de la obra para el contexto en que fue realizada. Notamos esto en la actitud de Anna con su hijo, con el que notamos ciertas actitudes seductoras de la madre hacia él, encaminadas seguramente a compensar sus largas ausencias y falta de atención. Hay secuencias que llaman la atención: ella durmiendo desnuda junto a Johan, él frotándole la espalda en la bañera, donde observamos como la madre disfruta del momento. La película termina donde comenzó, en el vagón del tren, con Anna dejando que la lluvia le refresque. Aquí termina nuestro tortuoso trayecto.

La puesta en escena es sencilla y austera, con un ascetismo visual que predomina durante todo el filme, con primeros planos donde observamos la frustración de las protagonistas. La atmósfera es agobiante y aterradora, con espacios cerrados, desarrollándose casi toda la obra en el angustioso hotel de una ciudad europea. Bergman profundiza sobre diversidad de temas sin utilizar apenas las palabras. Le vale con poner poner la cámara donde le interesa, mostrando miradas, gestos y silencios que predominan sobre los diálogos. Tampoco hay banda sonora, ni artificio de ningún tipo. Tan solo los elegidos pueden conseguir hacer reflexionar tantísimo al espectador con esa aparente sencillez formal.

Una obra maestra. Bergman vuelve a atinar otra vez mostrando su pesimismo sobre la condición humana en esta sombría, desoladora y desasosegante película, donde el maestro escandinavo da una patada en los testículos o en los ovarios a los espectadores.
Carli
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