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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Drama Charlie, un director de teatro neoyorquino y su mujer actriz, Nicole, luchan por superar un proceso de divorcio que les lleva al extremo tanto en lo personal como en lo creativo. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2019
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia de un matrimonio

Qué extraordinaria película le ha salido al neoyorkino Noah Baumbach, director y guinonista de “Historia de un matrimonio”. No sé hasta qué punto la experiencia sufrida por él mismo haya pesado en la realización de esta desgarradora historia. Por esa razón, la cinta contiene una considerable carga autobiográfica. Luego de dirigir sus dos primeras películas, Baumbach declaró que le costó siete años volver a trabajar después de su divorcio, que le sumió en una profunda y dolorosa crisis emocional.
Porque exactamente de eso va “Historia de un matrimonio”, del escabroso y despiadado viacrucis que una joven pareja, padres de un niño, ha de enfrentar antes, durante y después de decidir separarse. Sin los excesos sentimentaloides de los que abusaba “Kramer vs Kramer” o de las frívolas y desmadradas secuencias de “La guerra de los Rose”, esta película sigue la misma estela pero no se escora -y ello le añade mayor hondura y dramatismo- hacia ninguno de sus extremos.
La deriva que el proceso de un divorcio puede tomar es ciertamente imprevisible pero en ninguno de los casos augura nada bueno. Ni siquiera sus protagonistas son capaces de vislumbrar la aridez del camino ni la devastación del paisaje que necesariamente habrán de recorrer juntos. Las pequeñas frustaciones, la competividad, el resentimiento, la tirantez y los desacuerdos cotidianos que, como la gota en la piedra, van minando la convivencia de la pareja, afloran cada vez con mayor nitidez y virulencia a medida que avanza la narración. El desgarro, el dolor y el daño irreparable que se infringen ambos protagonistas en algunas de las escenas, adquieren tal fuerza demoledora que acaban por conmover y traspasar el alma del espectador.
Las soberbias interpretaciones de Scarlett Johansson como Nicole y de Adam Driver en el papel de Charly, su marido, demuestran, una vez más, que estamos ante la presencia de dos actores colosales y que, como consecuencia, elevan la película a niveles de auténtica excelencia, sin olvidar la excéntrica genialidad de Laura Dern que como Nora Fanshaw, brillante, dura e inflexible abogada de Nicole, pone una buena dosis de sal y pimienta a este monumental y despiadado drama.
Ah, un último comentario, hacia el final de la película presten atención a la maravillosa, sensible y enternecedora versión que Adam Driver hace de “Being Alive”, que tan magistralmente interpretan Barbra Streisand o Stephen Sondheim, porque ahí, mis improbables lectores, Charly expresa mucho del intenso dolor que le martiriza.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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