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Voto de Rubiolvera:
5
24 de septiembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una característica, sobre el deseo entre un hombre y una mujer, que perdura incluso a lo largo de nuestro amplio camino evolutivo como homínidos, y no es otra que la predisposición -me refiero al acto del cortejo- del hombre a sentir deseo hacia una mujer y la mujer a sentirse deseada. Por eso no es de extrañar, que en la película, se refiera al “Pagafantas”, principalmente, a un hombre que siente el deseo hacia una mujer, que por motivos físicos o de personalidad, no le corresponde. Pero volviendo a lo anterior, y si queremos ser justos, en el caso de la mujer también habría un homologo a este concepto, donde tomaría el papel de no deseada, y del que podríamos poner otro nombre como sería las “Sinfantas”( la que suele pasar bastante desapercibida en una discoteca) , que en comparación, también es algo triste. Con esto, tampoco quiero decir, que no haya mujer “Pagafantas” y hombre “Sinfantas”, pero en esta película se ha generalizado, y al final es lo que siempre se impone, desafortunadamente para muchos que piensen que esto es puramente machista.
En el aspecto técnico, me voy a referir a esta película, como a un joven camarero que pretende hacer un coctel únicamente con una “Fanta”. Un refresco que en un principio parecía chispeante y fresco -por esos hielos de monos y koalas- al final resulta que no es así. Porque un producto que cualquier otro lo hubiera puesto secundario en su coctel, aquí lo es todo; y si además, se excede en el tiempo de su elaboración, el resultado final será una simple “Fanta”, a la que se le derritieron los hielos y perdieron sus burbujas, no siendo más, que una “Fantaguada”.
En el aspecto técnico, me voy a referir a esta película, como a un joven camarero que pretende hacer un coctel únicamente con una “Fanta”. Un refresco que en un principio parecía chispeante y fresco -por esos hielos de monos y koalas- al final resulta que no es así. Porque un producto que cualquier otro lo hubiera puesto secundario en su coctel, aquí lo es todo; y si además, se excede en el tiempo de su elaboración, el resultado final será una simple “Fanta”, a la que se le derritieron los hielos y perdieron sus burbujas, no siendo más, que una “Fantaguada”.