Película cómica musical de los años 50, protagonizada por Angela Lansbury, Danny Kaye y Basil Rathbone tal y su registro medieval venía siendo usual, en una aventura en la que un bufón se ve sumergido en tres tramas diferentes mientras una dama de la corte ejerce una hipnosis sobre él que hace que de su habitual talante cómico e inútil para la lucha sobresalga un valor por momentos que hará las delicias del espectador al toque de un chascar de dedos.

Y es tanto así que la película se mueve en las andanzas de este bufón llamado Giacomo liderado a tantos complots de los que ni él mismo se entera y enredado en mil y una andanzas entre canción y canción mientras la princesa Gwendolyn (Angela Lansbury) bebe los vientos por él a pesar de que él ama a Griselda (Mildred Natwick) quien intentará restablecer en el poder a un infante, el auténtico heredero.

Rathbone desempeñará al villano de turno en una línea que relaja su interpretación siempre tan dura, y todo serán líos, bises cómicas, simpáticas situaciones entre todos los personajes y malentendidos por doquier, esta película es una joya de la corona de los 50, un technicolor salpicado del buen hacer de Danny Kaye.