Peli del ciclo ochentero de Chuck Norris, donde se detalla con todo lujo de detalles como el ex-campeón Scott busca venganza por la muerte de Nancy, su novia y la familia de ésta.

Con la ayuda de un mercenario y una ex-ninja reclutada por los mismos que le enseñaron a él cuanto sabe comenzará la verdadera odisea de su vida. Esta película es especial porque por una vez se pone de manifiesto el principio sobrenatural que para los orientales toda arte marcial posee, la telepatía.
Así, Scott se comunicará con el líder de los ninjas, de esta manera la película aporta el abanico de novedades relacionadas con las luchas y su previsión haciendo así la historia mucho más atrayente.

Es similar al ver a David Carradine tocando la flauta y levitando en algunas de sus películas, pero siendo esta una de las precursoras en salirse del carácter aparetemente lineal de este tipo de producciones, y es donde realmente se aporta algo. La primera media hora de peli cuesta de superar, pues las actrices tan malas a excepción de la chica ninja, son francamente molestas e innecesarias. El resto es descafeinado e incluso tirando a innovador si tuviera la oportunidad.