No soy un fiel seguidor del cine de Woody Allen, de hecho hay veces en las que olvido que existe. Sin embargo es una asignatura pendiente que tengo para con él y con Medianoche en París he puesto una primera piedra, una que debe de empezar a consolidar mi criterio, para bien o para mal, de una vez por todas.

Medianoche en París es un retrato de la ciudad, París, un cuadro en movimiento de sus calles, costumbres y diálogos. En esta faceta, Woody Allen se mueve como pez en el agua, suele dársele bien lo de personificar ciudades y eso resulta satisfactorio para el público. Una película que destila buen rollo de principio a fin y donde la sensación del "Carpe Díem" esta presente en todo momento. Actuaciones divertidas, estamos ante una comedia romántica, y bien hiladas, personajes simpáticos y un guión que no se hace aburrido. La música también acompaña y en este caso suma en el resultado final. Me quedo con sus saltos temporales, vistos de forma diferente a lo que acostumbramos y con esa sensación de que <cualquier tiempo pasado es mejor>, invitando a la reflexión.

No voy a ponerle un pero, que lo tendrá, pero para mi gusto no lo necesita, es una película muy digerible y fácil de ver, sin demasiadas pretensiones.

No os quedéis sin verla.