Imaginémonos que estamos todos alrededor de la mesa cenando.

¿Lo mejor y lo peor de Historia de lo nuestro?.

Lo mejor: No te empalaga el cerebro como la mayoría de este tipo de películas. Intenta mostrar problemas cotidianos y desgastes del matrimonio, el hastío, la rabia, la impotencia, el orgullo y el dolor del marido y la mujer. Vemos cómo la mujer, y más si es la Pfeiffer, tendrá siempre un listo al acecho, mientras que el marido, por muy Bruce Willis que seas, siempre es más propenso a comerse los mocos a pares. No hay una sucesión incesante de escenas ridículas e inverosímiles y no sobra esa especie de flashback recopilatorio final.

Lo peor: El monólogo final de la Pfeiffer. Bruce Willis con melena. Pfeiffer con el casco y la sirena. Las conversaciones de uno y otro con sus respectivos amigos. El hijo mayor. Ver a Rob Reiner hablar de su culo. Ver a Bruce Willis bailar (os recomiendo que aquí cerréis bien fuerte los ojos).