A quiet place: part 2, está dirigida por John Krasinsky, quien interpreta también al esposo y padre de familia de los tres protagonistas de la primera película: Un lugar tranquilo: Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe. La película nos llevará a los inicios de unas criaturas que se guian por el sonido y que arrasan allá por donde pasan. El final de la primera nos dejó con la idea de cómo se les podía combatir y, aunque es así, vemos como todavía los protagonistas están limitados. Aparece también la figura de un viejo amigo interpretado por un Cillian Murphy casi irreconocible (Peaky Blinders). Pierde peso protagónico Emily Blunt, quien había acabado siendo una figura importante y que se va diluyendo en esta parte. Son ahora sus hijos quienes en partes del metraje deberán imponerse a unas dificultades que en ocasiones no son demasiado lógicas y parecen alargar innecesariamente la duración del conjunto.

UN LUGAR TRANQUILO juega con el sonido, con la tensión y la empatía que tenemos con los personajes, pero a todos los niveles es inferior que su primera parte. Es más, parece un episodio de The Walking Dead, en el que no pasa nada y las situaciones que se crean a menudo son forzadas e innecesarias. Veo críticas muy positivas de un filme que no es tan fresco ni sorprendente como la primera película, aunque no por ello exento de calidad. La tensión que ofrece es digna de elogio, pero el espectador ya sabe lo que va a encontrarse y, personalmente, no he sentido ni un cuarto de las sensaciones que obtuve con la anterior parte. Cuestión de gustos, supongo.

En definitiva, UN LUGAR TRANQUILO 2 es una buena película, pero no tan memorable como su predecesora. John Krasinski vuelve a dar con la tecla adecuada, sustentado por una Emily Blunt más que solvente y la aparición de Cillian Murphy aportando cierta frescura. Los niños, Millicent Simmonds y Noah Jupe rayan a buen nivel y se presentan como posibles protagonistas de una próxima parte que seguramente dará a lugar, vistas las buenas críticas que ha cosechado. Espero, eso sí, que comiencen a innovar o caerán en lo de siempre. No os la perdáis.