Judy está dirigida por Rupert Goold, quien nos muestra los últimos años de vida de Judy Garland. Recordemos que muere a los 47 con múltiples intentos de suicidio y grave enfermedad a los fármacos. El director nos muestra a una Judy deteriorada, poco profesional y, sin embargo, un torbellino de pasión cuando sube al escenario. Se intercalan, también, flashbacks en los que podemos asistir a partes del pasado de una joven Judy que abusa de los fármacos para aguantar los rodajes de El Mago de Oz y también para aparentar ser más joven de lo que realmente era, ya que la rodó con 16 y la niña protagonista tenía 12.

Pero si algo destaca en JUDY es la interpretación de una Renée Zellweger que ha arrasado con todos los premio y, por supuesto, es la principal favorita a los Oscars a mejor actriz protagonista. Se mimetiza con Judy Garland, canta, baila y habla con la mirada. Se carga la película a sus espaldas y lo consigue. Sin embargo, la película en oscasiones abusa del drama y decae en ciertos momentos, aunque la crítica a Hollywood es brutal. Se abusaba de las estrellas, sobre todo de las más jóvenes, y personas como Louis B. Mayer, que era el hombre más poderoso de Hollywood en aquellos entonces, quedan retratados. Era el Harvey Weinstein de entonces, lo que deja mucho que pensar lo que todavía hoy en día sucede en la industria del cine.

En definitiva, JUDY es una buena película que se convierte en notable gracias a Renée Zellweger. Un biopic para fans del género que no defraudará a nadie. Una ves más, una ocasión interesante para conocer a una de las estrellas más importantes de Hollywood y del cine. No os la podéis perder.