House of Gucci está dirigida por Ridley Scott, por lo tanto, son más de 150 minutos de metraje que en ocasiones se nos pueden hacer largos. Si además no se es fan de los biopics es mejor ni plantearse ir a verla. Si es todo lo contrario, se disfrutará con las interpretaciones de Lady Gaga, acompañada de Adam Driver, Al Pacino, un Jared Leto irreconocible y Jeremy Irons. Quien se lleva las cámaras es ella, la viuda negra, Patricia Reggiani, quien contrató a dos sicarios mediante una conocida (Salma Hayek) y pasó más de veinticinco años en la cárcel. Sin embargo, la historia nos lleva a la creación de la marca y al desarrollo de esta. Al más puro estilo "Dinastía", nos quedamos embelesados viendo los tejemanejes de la empresa, del padre, del tío, del primo y sobre todo de ella, porque el poder lo es todo y hace lo posible para hacerse con él.

En mi opinión, es una buena película. Me ha divertido gratamente, los personajes están bien construidos, aunque es evidente que están exagerados, como el de Lady Gaga o el histriónico Jared Leto. Muchas voces discordantes alrededor de la familia Gucci, como Tom Ford o la propia Patricia Reggiani se han pronunciado en contra de la película y de las licencias que se toma. Pero esto es Hollywood y, de alguna manera, ya sabemos a lo que vamos. En cualquier caso, es muy entretenida y, aunque sabemos cómo va a acabar el asunto, es inevitable sentirnos atraídos por el magnetismo de Lady Gaga y de Adam Driver.

En definitiva, LA CASA GUCCI es un buen biopic. No decepciona a los fans y se tomas las licencias justas para suponer un buen entretenimiento. A partir de aquí, cada cual que busque la verdad y sepa acerca de lo que sucedió en Gucci buscando en Internet y contrastando la información, que es por cierto muy interesante. En cuanto a diseño de vestuario, fotografía, etc., son aspectos muy trabajados que brillan con luz propia. Lady Gaga apunta alto, ya veremos si no coquetea con alguna nominación. No os la perdáis.