Después de acabar saturados de tantas series de policías y de médicos (ya ni hablar de las comedias que cuentan la vida de una serie de vecinos o de una familia), una serie de aventuras en la televisión española se agradece. 'Águila Roja' es entetenida y se puede ver sin problemas, lo que ya es un gran avance viniendo de un país donde siempre ha dominado la televisión basura. Vale que al estar dirigida a todo público sea un poco ligera con respecto a la oscura época en la que suceden los hechos, pero una cosa es decir que es suave y otra que es una mierda. La gente, por lo que veo, está acostumbrada a los productos norteamericanos, muy comerciales y en ocasiones claramente subrrealistas, y cuando aparece un producto nacional lo primero que hacen es compararlo con ellos. Por si no se han dado cuenta, el cine en Estados Unidos se ve como una empresa para sacar dinero, mientras que en Europa la opinión que tenemos del cine es bien distinta, ya que aquí lo consideramos más un arte. Esto mismo se puede aplicar a las series de televisión, aunque en este caso tengo que reconocer que los productos nacionales son bastante malos, repitiéndose temas y giros argumentales hasta la saciedad. Pero esta serie, distinta a cualquier otra de estos momentos, vuelve a las historias de aventuras que hace años recorrían la pequeña pantalla y que tanto gustaban.
La gente critica por criticar, y un claro ejemplo son todas esas personas que opinan que es un anacronismo el hecho de que aparezca en esta serie un niño con gafas. Perdonen que les diga que Quevedo, de la misma época en la que está ambientada, usaba gafas. Llo que habría que decir es que un niño de clase baja no debería tenerlas, pero es que si nos ponemos exigentes una escuela para niños de clase baja en la que va el hijo de un noble ya es de por sí un error. En eso es cierto que no estamos ante una serie con un gran rigor histórico, pero creo que tampoco era esa su intención.
'Águila Roja' es un paso en el buen camino de las series españolas. Por desgracia la serie con el tiempo se desinfló y acabó siendo bastante rutinaria y monótona, aunque yo nunca diría que fuera mala. Simplemente era una serie hija de un tiempo en el que apenas se arriesgaba en televisión para hacer algo diferente. 'Águila Roja' fue una grata excepción y por eso yo siempre se lo agradecí, aunque dejara de verla tras apenas dos temporadas. Al César lo que es del César.