Una película de terror empezando con escenas de una discoteca, una chica robando pastillas y unos diálogos dignos de peli de Steven Seagal. El listón empieza bien.

Malos muy malos con cara de malos, barba de malos, pintas de malos y frases de malos.

Ester Expósito sobreactuada, madre mía que papel más nefasto hace... Actuar no significa poner 3-4 caras y soltar palabras, de hecho, Ángela Cremonte (hermana de la prota) es la que mejor lo hace, y simplemente cumple. El resto del reparto es mediocre tirando a pésimo.

A la niña le desaparece la madre, ni una lágrima, ni una conversación seria y madura con su tía contando cosas del pasado de la familia para empatizar más con los personajes o la historia... Nada ¿Para qué?
A la niña le dan de ofrendas dientes de niños y una cucaracha muerta en un tarro y como si fuera normal...

En el edificio ocurrió de todo. ¿Y no cierran el edificio?
El momento donde las bailarinas bailan sobre la mesa frente al malo maloso... He visto hojas con más movilidad y más sangre.
Y hablando de sangre... Estamos en 2023 y son tan cutres que la sangre (como cuando le clavan la cuchillada a la prota en el muslo al principio) es CGI¿? No sé... Usa sangre falsa, sangre de animal... No CGI del chino.


Por lo demás, típica peli de terror (que en este caso ni terror da) donde los que parecen buenos no son tan buenos, donde hay un culto detrás con brujería, sacrificio de niñas, drama cutre metido de por medio... Venga ya hombre. ¿En serio este es el nivel que tenemos? ¿No somos capaces de usar un poco más la cabeza y dejar de hacer lo que hicieron otros durante décadas? Y lo peor es que el guón de esta peli es una absoluta mierda.

¿Y se supone que el director, que también es uno de los guionistas, pensó que el giro de las viejas, que realmente son malas, sorprendería a alguien?

Una auténtica porquería de peli, a ver si aprenden a que no se puede vivir del cuento con los clichés de siempre.