Juan Antonio Bayona es un director con cierto pelegrí. No es de mis favoritos, pues en su muy corta filmografía tan solo “Un monstruo viene a verme” me ha parecido digna de un buen director. “Lo imposible” me parece una película sobrevalorada. Se ha sabido granjear las simpatías de la Industria cinematográfica norteamerica y le han confiado proyectos típicamente americanos.

La nueva entrega de Jurasic World es uno de ellos. Todo un honor. Lo mejor que se puede decir de la película es que está a la altura de sus predecesoras, a pesar de que hay de todo en ellas, y lo peor es que es demasiado parecida a ellas. Tan solo el detalle del dinosaurio creado genéticamente entrando delicadamente en la habitación de la niña hace el film un poco suyo, más allá de en esta ocasión los dinosaurios son los buenos de la película. En definitiva, una obra para ver con palomitas una tarde calurosa de verano y salir de ella relativamente satisfecho.