Cuando el líder de una importante empresa farmacéutica fallece en extrañas circunstancias, asistimos al proceso de herencia de la compañía en la que su sucesora (Audrey Hepburn) debe aprender a moverse rápido entre intrigas, secretos, y sospechas para evitar el mismo destino.

La historia de la empresa tiene un componente familiar, que había transcurrido así generación tras generación, no permitiendo la entrada del zorro en el gallinero según ellos y vinculando su confianza estrechamente con sus lazos sanguíneos.

Todos los miembros del consejo, que conforman un gran reparto con Ben Gazzara, James Mason, Romy Schneider, u Omar Sharif entre otros, tienen sus propias debilidades y motivos para buscar la venta de la compañía y el beneficio inmediato para solucionar sus problemas personales, de modo que la intriga busca más bien encontrar al zorro concreto entre todos los zorros.

Tanteando siempre la línea que separa al poder y la confianza en otros, observamos como unas personas llevan a cabo una serie de crímenes en películas snuff, dejando el lazo rojo usado como arma en el cuerpo de la victima, mientras los sabotajes e intentos de asesinato se suceden en la compañía.

Audrey, frágil en apariencia como en su anterior colaboración con Terence Young en “Sola en la oscuridad”, debe mostrar fortaleza y resistencia para enfrentarse a un peligro que la acecha desde las sombras mientras debe averiguar en quién puede o no confiar en una lucha contra el tiempo.