Resumirla resulta imposible, explicarla con palabras es tarea aún más complicada, pero lo que resulta casi una epopeya es terminar de verla.
Lynch juega al "más difícil todavía" y se pierde. Cansados deberíamos estar ya de esas atmósferas que tan buen resultado le dieron en "Blue Velvet" o "Twin Peaks" y que creíamos que ya había llevado al extremo en "Lost Highway" o "Mullholland Drive"...pero NO. Lynch no se da por vencido y nos estruja el cerebro a base de imágenes inconexas entre sí (cada espectador que vea la película va a ver "algo" diferente en ella) y difíciles de asimilar. La historia es lo de menos , lo que cuentan para Lynch son las imágenes (e incluso en eso falla: pocos planos bien compuestos y el "rollete" del vídeo guarro ya cansa).
Una trama, aparentemente, parecida a la de "Mullholland Drive" mezclado con la figura del doppelganger (eso también aparecía en "Lost Highway") y con unos toques de ese filme tan poco descubierto de Ferrara, "Dangerous Game", hacen que el único motivo para ver esta película sea sólo mera curiosidad (ni la antes joven y atractiva Lula/Laura Dern se merece mención especial).
Ánimo....