Puede la industria cinematográfica plantearse un revival setentero o sesentero.
O quizá agotadas las minas del tres D, se vuelve al neorrealismo hispano-francés.
Con seguridad estamos ante una película añeja en lo formal y argumental pero divertida y aun a ratos, soporífera y con un desarrollo conocido, añejo y vulgar del todo.
Tres buenas actuaciones Luchini, Verbeke un poco Maura y sobre todo Dueñas.
En muchos aspectos parece española con ese acento francés inenarrable forzado y vulgar.
Quisiera ver una comedia entrañable, imposible, eso sí vi una sonrisa diáfana y feliz.
Una cerca de mí, una hermosa mujer sonreía como la mejor de su vida. Como enamorada.
Incluso vi a algunos espectadores llegar a la carcajada, pareció un poco forzado.
Es cine demagógico y condescendiente con un halo de liberalismo duro, Sarkozy.
Rodada en un cromatismo interesante, fallos en la traducción, imposta el idioma.
Obviamente fallida y con un mensaje entre líneas reaccionario y folclórico.