Es lo mejor de la película; estas escenas intercaladas donde se explican cosas como "la cobra" (el amago de beso fracasado) o el "abrazo del koala" (ése que da una chica como amiga cuando queremos que sea algo muy diferente). El chavalote protagonista, feo, sosainas y desgarbado, prentende ligar y no lo consigue. Se encuentra a una locuela argentina (por qué de allá me pregunto) que le vuelve tarumba. La chavala es tan espontánea que no se entera de que el chaval está como loco por ella. Total un drama por el que casi todos hemos pasado alguna vez revestido con los colorines del humor. Aunque gracia no es que tenga mucha, la verdad.