Serie francesa de ambiente corso, de hecho sus bellos paisajes mediterráneos son un aliciente para la vista, que se mueve a caballo entre el presente, 2019, y el pasado, 1994, para una historia que tiene de todo: misterio, asesinatos, amoríos y hasta una pizca de ciencia ficción. En su país ha tenido un éxito notable cosechando unas audiencias de entre el 23,5% de cuota de pantalla y el 27%. Aunque se barajó la posibilidad de una segunda temporada, que la verdad hubiera sido muy difícil argumentalmente seguir con ella, al final "El tiempo mata" se solventa en una de ocho episodios.

La serie arranca con mucha fuerza y con grandes interrogantes. Aunque a primera vista no de esa impresión, quizás esperes una cosa más volcada en el drama, en realidad apuesta fuerte con varios y sorprendentes misterios. Así que engancha. Uno tiene dudas de si van a cerrar bien todas estos enigmas y bueno, lo hace, aún a costa de cierta inverisimilitud, amoríos demasiado intensos por precipitados y encajes de bolillos. Lo peor es que parece que los personajes están esperando a que pasen 25 años para mover las cosas y entonces, todo se precipita sin demasiada necesidad.