O eso parece durante la mayor parte de su, por otro lado, extenso metraje, 137 minutos. Pero no, acaba apareciendo una amenaza mucho mayor que no voy a desvelar. Sólo diré que hay que ver lo que ha mejorado la seguridad en los aviones, sobre todo desde el 11 de septiembre del 2001. Sea como fuere, efectivamente estamos en la pionera y la que sentó las bases del cine de catástrofes que tuvo su década dorada en los años 70. Por ejemplo, sin salirse de la pista de aterrizaje, tenemos además de la presente, "Aeropuerto 75" (1974, aunque no lo parezca por el título es de un año antes), "Aeropuerto 77" (1977) y "Aeropuerto 80" (1979, lo mismo os digo).

La película tiene el mérito de iniciar este subgénero y también unos dignos efectos especiales para la época: en ningún momento tiene uno la sensación de maqueta o en la época actual, trabajo de ordenador, salvo tal vez en dos o tres segundos. En cuanto a su estructura tiene una primera mitad más de drama en la que profundiza en las relaciones afectivas de los protagonistas, más algunos perfiles de otros personajes relevantes, seguida de una segunda con mucha más acción. A mí me gusta más ésta última y no sólo porque la anterior adolece de cierta pesadez sino porque exhibe unos adúlteros masculinos que son muy frescos y unas mujeres que son muy tontas.