Antes que nada hay que dejar claro que Tarantino es un director muy personal, raro y con un estilo extravagante pero eso si, innovador. Su originalidad conduce a que numerosos espectadores lo amen y no pocos lo odien. Aunque yo me inclino más por el segundo grupo he intentando ser objetivo y ver qué hay de bueno en esta película independientemente de los gustos personales. Por ejemplo, la fascinación por la sangre o por la violencia perfectamente gratuita no la encuentro ni mucho menos atrayente pero vamos a contar conque a otras personas les encante con lo cual esto no puede ser algo que se pueda criticar en sí, sino otra forma de representar la realidad.

Intentando ser neutral tendremos que estar de acuerdo en que es una película chorra, intrascendente y completamente vacía, que los diálogos son inexistentes, que el guión es una parida, que contiene una cantidad de secuencias absurdas (cinco años en coma te dejan como nueva, para que luego critiquen a Steven Seagal en "Difícil de matar") o ridículas, que los personajes son absolutamente planos o que los combates son horriblemente malos entre otras razones porque Uma Thurman no sabe siquiera coger una catana (encima esos saltitos de pena a lo "Tigre y dragón" con una cuerda). En el otro platillo, reconozco que "Kill Bill" tiene una narración ágil, cuenta con una buena banda sonora, emplea recursos como incluir dibujos animados que se agradecen, es creativa y hasta es estéticamente bella, especialmente el combate final y la pelea con los 88 Maniacos con la luz azulada.

Hecho el balance, los defectos priman por encima de sus virtudes, al afectar los primeros a lo que es la esencia de una película y siendo lo segundo, un accesorio que sirve para mejorar lo anterior pero no para sustituirlo.

Dicho lo cual conviene reflexionar sobre las manías de Tarantino y sus seguidores. El que haya torrentes de sangres, decapitaciones y muertes por un tubo, no voy a decir que está mal, pero ¿os gusta? A mi me desagrada y no comprendo quién puede regocijarse, porque existe una delectación en dicha violencia. Del mismo modo, tampoco entiendo las filias de nuestro director como la de ver mujeres amputadas bañadas en sangre, la obsesión por los pies desnudos (la parte más fea del cuerpo humano) o la fascinación por mujeres asesinas tirando a psicópatas.

A mi por mi parte, y es ya un gusto personal, me desagrada enormemente todo el mundillo que nos presenta Tarantino, sus carnicerías, sus psicópatas femeninas y sus perversiones sexuales tan vulgares. Lo malo es que se ve que hay muchos que se pirran por esto, que disfrutan una barbaridad. ¿Hay una explicación razonable? Me temo que no. Pero sobre gustos no hay nada escrito y sobre aberraciones, idas de pinza y psicopatías varias, menos aún.