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Voto de Reaccionario:
2
Drama Robert Stroud es un preso conflictivo que ha sido condenado a cumplir una pena de doce años en una celda incomunicada. Un día decide cuidar a un pájaro herido que encuentra en la ventana de su calabozo y, entonces, descubre que su verdadera vocación es el estudio de las aves. (FILMAFFINITY)
2 de noviembre de 2013
7 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por más que parezca esperpéntica, "El hombre de Alcatraz" está basada en hechos reales, aunque con las suficientes alteraciones para hacer de un delincuente con alguna que otra mancha, un calmo erudito. Antes de que me de la risa añadiré que mucho criticar el sistema penitenciario pero me pregunto qué hacemos entonces con los asesinos, ladrones y violadores. La película evidentemente no ofrece ninguna respuesta sino la evolución personal más o menos fortuita de Robert Stroud (Burt Lancaster), que afirma que en la cárcel se pierde la dignidad cosa que no comparto en general, ni aquí en particular, donde los penados son tratados con bastante delicadeza. De este modo si la propuesta renovadora hace aguas por estéril, la película queda en un intento que a los 15 minutos se estanca con una trama entre gorriones, canarios y demás volátiles, por más que sean monos, pesadísima y bastante ridícula. La última medio hora desconecta de este desvarío pero ya es tarde para que el producto final sea atractivo o tengo un sentido que supere la mera pose antisistema.

Ahora bien, un poco raro pero lo que nos ofrece John Frankenheimer es algo que ya sale en "Heidi" (1974) con Pichi. Yo alucinaba con esta especie de pre-remake que podríamos llamar "El hombre que susurraba a los pájaros", "En el nombre del pájaro", "Cadena perpetua aviar", "No sin mi pájaro", "La fuga del pájaro de Alcatraz". Al menos da juego para soltar algunos chistes, incluso yo mismo me puse a darle vueltas a un argumento más llamativo. Por ejemplo, que él se fuera convirtiendo poco a poco en ave, que éstas después de varios experimentos se volvieran carnívoras y empezaran a devorar a los reclusos o que Stroud las fuera amaestrando para en un momento dado lo cogieran con sus piquitos, echaran a bolar y salir de este modo de la cárcel. Aunque yo me quedo con que el protagonista muere pero su alma se mete en un gorrión. De este modo Robert aprovechará para liquidar a todos los que le hubieran perjudicado hasta entonces. Me imagino la pedazo de escena del alcaide atacado en la nariz por el pajarillo. En fin, fuera de la sátira, es sólo una película aburrida.
Reaccionario
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