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España España · valladolid
Voto de pollack:
8
Drama Un joven (Andrés Gertrúdix) de desconcertante ingenuidad, vive tres vidas paralelas en tres ciudades diferentes: en Madrid lleva una vida gris y monótona, lastrada por una madre posesiva y alcohólica. En París tiene un romance con una especie de estrafalaria Amélie (Lola Dueñas). Y en Berlín comparte piso con una pintora (Najwa Nimri) y otros amigos de ésta. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos cuantos años vi la que para mi es una de las mejores películas del cine español, era una propuesta arriesgada y alejada de los cánones que regían nuestro cine entonces. Se llamaba y se sigue llamando "Los amantes del circulo polar" y fue una sorpresa tan grata que pensé que nadie en su sano juicio intentaría arrebatarle el título.

El año pasado apareció "Stockholm", una pequeña joya a la que le faltaban pretensiones para llegar al estatus de la película anterior, pero que sin embargo daba a entender que las cosas se podían hacer muy bien y que se estaba tomando una (de las muchas posibles) dirección correcta en la manera de hacer cine.

"10.00 noches en ninguna parte" pasó sin pena ni gloria por las pantallas españolas y perdí la oportunidad de verla, pero se ve que el destino me dio una segunda oportunidad (de esas que a nuestro Andrés Gertrudix precisamente no le sobran) y decidí darle un voto de confianza. Tenía muchas esperanzas puestas y un trailer prometedor.

La película es un amargo cuento donde nada es lo que parece y donde los silencios dicen mucho más que las palabras. Los ojos de Andrés hablan por sí solos, son como espejos del alma, un alma triste, solitaria y sin nada a lo que aferrarse, demasiado ocupada en cuidar a una madre que por razones nada obvias el espectador deduce que no se lo merece. Pero es que nuestro protagonista ha vivido toda su vida en las sombras, 10.000 noches (27 años) en ninguna parte y no tiene ningún ánimo de hacer nada al respecto, ¿o si?.

El reparto es solidísimo, la fotografía realmente bella, la banda sonora evocadora y las imágenes poéticas. Intentando emular un poco el cine de Malick pero sin resultar una burda copia. Ramón Salazar nos trae hermosas fotografías de la agridulce vida de este muchacho donde quiera que decida ir por las circunstancias que le rodean: París, Berlín o Madrid, cada una de las ciudades con unas connotaciones estéticas propias, con un significado en la imagen y en la narrativa, con una historia que contar y un concepto que trasladar a su propia vida.

Y es que la película no es más que el anhelo de un joven por escapar de su triste existencia, intentando conocer gente que dejó en el camino o a la que nunca llegará a conocer, teniendo vivencias que le ayuden a afrontar su realidad, desde la comprehensión, la valentía y el amor, por que será en ese momento cuando decida recordar y por tanto, entender su vida como un cúmulo de malas decisiones, de pasos erróneos que es mejor afrontar de cara que guardar en el más profundo de los sueños.
pollack
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