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Voto de Michael Myers:
6
Drama. Intriga. Romance Thomas Crown (McQueen), un millonario de Boston, un hombre que se ha hecho a sí mismo, se aburre de la vida que lleva. Para huir de la rutina, prepara un golpe perfecto: robar un banco y marcharse después a Brasil. Reúne a un grupo de delincuentes, deposita tres millones de dólares en un banco suizo y da el golpe sin dejar pistas. De esclarecer el caso se ocupará una investigadora de una compañía de seguros (Dunaway). (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2023
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Steve McQueen nos dejó a la temprana edad de 50 años debido a un cáncer de pulmón, pero para la posteridad nos legó una carrera cinematográfica con unos cuantos títulos a destacar como 'La gran evasión', 'Bullitt', 'El Yang-Tsé en llamas', 'Los siete magníficos', 'Papillon' o 'El coloso en llamas', además de la película objeto de reseña junto con una en boga Faye Dunaway que venía de protagonizar 'Bonnie y Clyde', 'El caso de Thomas Crown'.

Steve McQueen aporta su mejor rasgo como actor, un carisma imparable, para dar vida al hombre cuyo nombre aparece en el título. Un hombre de negocios que está en la cima de la sociedad por su gran éxito y lujoso estilo de vida que harto de la rutina de nadar en billetes (¿se puede uno aburrir de ser millonario? Se ve que sí) busca nuevos retos en el camino del mal, el cual supone un robo al banco de Boston, consiguiendo lo que quería: un poco de casito. Un casito que si viene acompañado por la persecución de una bellísima y atractiva Faye Dunaway no va a decir que no.

La relación entre Crown (McQueen) y Vicki Anderson (Dunaway) será el pivote de toda la trama, trama que parte con el robo del banco, si bien no es lo más importante sino ver como se las desenvuelve el personaje de McQueen cuando las fuerzas de la ley vayan acechando poco a poco a los autores del robo y, como ya se ha dicho, su relación amorosa con Anderson, una relación que parece rara en un principio, dado que normalmente no se mostrarían las cartas desde el principio, aunque viéndolo en un plano general con ese final tiene sentido.

Por lo demás, este es un filme muy efectista con el uso de pantallas separadas dentro de la misma escena y una preciosa fotografía, además de una banda sonora obra del ya fallecido Michel Legrand aportando un toque elegante y otras veces intriga a la narrativa del largometraje. Para destacar el tema de los créditos iniciales 'The Windmills of Your Mind', con Noel Harrison poniendo su voz a la letra. Poco más a destacar por encima de la media; estamos ante un filme que cumple perfectamente con su propósito de entretener en este juego del gato y el ratón y con una química natural entre los dos protagonistas, pero no la consideraría entre los grandes éxitos de 'The king of cool'.

El 'remake' dirigido por John McTiernan y protagonizado por Pierce Brosnan y Rene Russo en 1999 puede, o no, estar mejor que el filme de Norman Jewison; esa ya es harina de otro costal que se descubrirá cuando llegue el momento, que puede ser pronto o puede ser mucho más tarde.
Michael Myers
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