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Voto de JACHi:
8
5,0
5.572
Acción. Thriller
Película basada en el anti-héroe de Marvel Frank Castle, también conocido como "El castigador". Continuando su cruzada para castigar a criminales violentos en América, el agente del FBI Frank Castle (Ray Stevenson), llega a Nueva York en busca de un jefe que controla los bajos fondos de la ciudad. (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2013
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de echarme un partidón al inolvidable 'Punisher' de recreativa; sí, ya sabéis (los fans), aquel beat'em up de principios de los '90 en el que manejabas a Frank Castle, o bien a Nick Fury en el modo multijugador, dos auténticos "renegados" del universo Marvel, y que en el cine ya se han prodigado con relativa abundancia... y desigual acierto. Aquel videojuego fue, al menos para mí, la cumbre de los 'dar hostias a los macarras y avanzar', que tuvieron su inspiración en aquel género de películas de gran popularidad en los años ochenta sobre "justicieros urbanos", y del que podría citar algunos títulos maravillosos como EL GUERRERO AMERICANO, TANGO Y CASH y por supuesto la inefable saga protagonizada por Charles Broson EL VENGADOR ANóNIMO. Hablo tanto sobre ese juego porque definitivamente tuvo una gran influencia en mí. Y no hace falta que os diga lo que sentí cuando, de sorpresa, vi anunciar en la tele (más concretamente en el Antena3 de 1994) una película titulada THE PUNISHER (VENGADOR), cuyo papel principal encarnaba un gran ídolo de mi infancia, el GR-13 o Andrew Scott de SOLDADO UNIVERSAL, también conocido como Ivan Drago, He-Man o RED SCORPION. Aquella película (la cual por cierto, tiene un título en español inapropiado, y que me mantuvo años en el error de creer que 'punish' quería decir 'vengar') sencillamente me flipó por su tono sucio, violento y jocoso, aunque en mi fuero interno sentía también que no llegaba a la altura de aquella maquinita que me tuvo enganchado un sinfín de tardes en los llamados "vicios" de mi pueblo. Y no llegaba por una evidente falta de presupuesto, que en aquellos tiempos, era comprensible en películas basadas en comics.
El mencionado Nick Fury ha tenido a dos intérpretes en su paso por la gran pantallas: el primero, el (para mi gusto) infravalorado David Hasselhoff, y el segundo, el (para mi gusto nuevamente) sobrevalorado Samuel L. Jackson. Y en cuanto a nuestra estrella Frank Castle, pues se puso bajo la piel del ya citado Dolph Lundgren, del algo inadecuado Thomas Jane, y del increíblemente ajustado al papel Ray Stevenson. Sí, desde luego no tengo reparos al proclamar ZONA DE GUERRA la película definitiva sobre el Castigador. Simple y llanamente porque es extremadamente violenta (o sangrienta le correspondería mejor), extremadamente cruda, y extremadamente trepidante. Y me parece que el personaje creado por John Romita requiere de bastante dosis de tiros, explosiones, guantazos y gente mala saltando en pedazos para que su traslación a otros medios artísticos resulte coherente.
Y sin el menor género de dudas, la tal Lexi Alexander ha sobrellevado el difícil pero fascinante cometido de llevar a Punisher a los cines (en España, sólo a los DVDs... Indignante) con un talento, una soltura y una inteligencia como yo hace años que no veo en las pelis de acción (si exceptuamos la reciente LOS MERCENARIOS 2). Y eso que su trabajo anterior, aquel en el que Frodo hacía de un Hooligan, francamente no me pareció digno de tenerse en cuenta. ¡Pero la gente aprende y mejora con la experiencia, ¿no?!
Mi primera felicitación recae sobre el director del casting, que acertó de pleno con todo el reparto, especialmente en el caso del ayudante de Castle, a quien dio vida el estupendo actor secundario Wayne Knight. El Castigador es un rancio, bruto y amargado hijo de mala madre, enfermizamente obsesionado con borrar de la faz de la Tierra a todo aquel que cometa delitos derivados en violencia hacia inocentes, y llevando a cabo esta venganza sin la menor sombra de piedad. ¿Alguien pone en duda que en la película de 2004 no vimos nada de eso, y en la de 2008 lo vimos Y CON CRECES?
Mi segunda enhorabuena se la dedico a la fotografía del film... un tanto "glam", pero idónea completamente. Por no mencionar esos magníficos efectos de cabezas reventando, cuerpos desmembrados y balas atravesando costillas. Digamos que la parte técnica de EL CASTIGADOR 2, no tiene tacha alguna.
Pero, y ahí va mi tercera medalla, lo que más me ha entusiasmado de esta cinta han sido los personajes, perfectamente idos de la olla en sus respectivas manías, y el guión, que los ha puesto en las situaciones más exageradas y deliciosamente ultra-sanguinarias que mi imaginación habría llegado a esperar, dados los irregulares antecedentes de todas las partes implicadas.
Por desgracia, siempre tiene que haber un 'pero'. Y es que la cagaron con el doblaje de forma quasi criminal. Y os lo dice un firme defensor de las versiones dobladas (en España hemos disfrutado de los mejores actores de doblaje del mundo entero). Pero lo que han hecho aquí ha sido una chapuza indigna de la película original, dándole tres y cuatro caracteres a la misma voz, y colocando tonos de voz decididamente inadecuados en muchos de los personajes. Muy deficiente en este aspecto (culpa de aquello de las ediciones directas a DVD, cosa que tampoco se merecía).
En fin, un peliculón para los admiradores del cómic en general, del cómic Marvel en particular, de el Castigador, del cine de mucha acción, del gore, y de las pelis de 'vigilantes-justicieros'. Recomendada 100%. Y en 'spoiler', os hago una relación de los cinco motivos que hacen de este visionado algo ineludible*. Joder, tanto es así, que al prota de la peli fallida de Punisher, el susodicho Thomas Jane, le "picó el gusanillo" y quiso revisar su interpretación de Frank Castle mediante un cortometraje (disponible en 'youtube'), que en esta ocasión SÍ CONTIENE todos los ingredientes a los que ya hemos hecho mención, y que igualmente recomiendo con gran fervor.
El mencionado Nick Fury ha tenido a dos intérpretes en su paso por la gran pantallas: el primero, el (para mi gusto) infravalorado David Hasselhoff, y el segundo, el (para mi gusto nuevamente) sobrevalorado Samuel L. Jackson. Y en cuanto a nuestra estrella Frank Castle, pues se puso bajo la piel del ya citado Dolph Lundgren, del algo inadecuado Thomas Jane, y del increíblemente ajustado al papel Ray Stevenson. Sí, desde luego no tengo reparos al proclamar ZONA DE GUERRA la película definitiva sobre el Castigador. Simple y llanamente porque es extremadamente violenta (o sangrienta le correspondería mejor), extremadamente cruda, y extremadamente trepidante. Y me parece que el personaje creado por John Romita requiere de bastante dosis de tiros, explosiones, guantazos y gente mala saltando en pedazos para que su traslación a otros medios artísticos resulte coherente.
Y sin el menor género de dudas, la tal Lexi Alexander ha sobrellevado el difícil pero fascinante cometido de llevar a Punisher a los cines (en España, sólo a los DVDs... Indignante) con un talento, una soltura y una inteligencia como yo hace años que no veo en las pelis de acción (si exceptuamos la reciente LOS MERCENARIOS 2). Y eso que su trabajo anterior, aquel en el que Frodo hacía de un Hooligan, francamente no me pareció digno de tenerse en cuenta. ¡Pero la gente aprende y mejora con la experiencia, ¿no?!
Mi primera felicitación recae sobre el director del casting, que acertó de pleno con todo el reparto, especialmente en el caso del ayudante de Castle, a quien dio vida el estupendo actor secundario Wayne Knight. El Castigador es un rancio, bruto y amargado hijo de mala madre, enfermizamente obsesionado con borrar de la faz de la Tierra a todo aquel que cometa delitos derivados en violencia hacia inocentes, y llevando a cabo esta venganza sin la menor sombra de piedad. ¿Alguien pone en duda que en la película de 2004 no vimos nada de eso, y en la de 2008 lo vimos Y CON CRECES?
Mi segunda enhorabuena se la dedico a la fotografía del film... un tanto "glam", pero idónea completamente. Por no mencionar esos magníficos efectos de cabezas reventando, cuerpos desmembrados y balas atravesando costillas. Digamos que la parte técnica de EL CASTIGADOR 2, no tiene tacha alguna.
Pero, y ahí va mi tercera medalla, lo que más me ha entusiasmado de esta cinta han sido los personajes, perfectamente idos de la olla en sus respectivas manías, y el guión, que los ha puesto en las situaciones más exageradas y deliciosamente ultra-sanguinarias que mi imaginación habría llegado a esperar, dados los irregulares antecedentes de todas las partes implicadas.
Por desgracia, siempre tiene que haber un 'pero'. Y es que la cagaron con el doblaje de forma quasi criminal. Y os lo dice un firme defensor de las versiones dobladas (en España hemos disfrutado de los mejores actores de doblaje del mundo entero). Pero lo que han hecho aquí ha sido una chapuza indigna de la película original, dándole tres y cuatro caracteres a la misma voz, y colocando tonos de voz decididamente inadecuados en muchos de los personajes. Muy deficiente en este aspecto (culpa de aquello de las ediciones directas a DVD, cosa que tampoco se merecía).
En fin, un peliculón para los admiradores del cómic en general, del cómic Marvel en particular, de el Castigador, del cine de mucha acción, del gore, y de las pelis de 'vigilantes-justicieros'. Recomendada 100%. Y en 'spoiler', os hago una relación de los cinco motivos que hacen de este visionado algo ineludible*. Joder, tanto es así, que al prota de la peli fallida de Punisher, el susodicho Thomas Jane, le "picó el gusanillo" y quiso revisar su interpretación de Frank Castle mediante un cortometraje (disponible en 'youtube'), que en esta ocasión SÍ CONTIENE todos los ingredientes a los que ya hemos hecho mención, y que igualmente recomiendo con gran fervor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1er motivo: por la escena en la que aparece por primera vez nuestro anti-héroe (ya por fin, con su calavera en el pecho como Dios manda), y en menos de un minuto envía al infierno él solito a toda una banda de gansters armados hasta los dientes (él tan sólo sufre un "ligero" desvío de su tabique nasal, que arregla en un plis-plas usando un lápiz para enderezárselo. Tío duro, sí señor).
2º motivo: por ver cómo en lugar de ejecutar fría y rápidamente al malo, lo que hace es activar la prensadora de reciclado en la que había caído éste, haciendo que los miles de vídrios que hay en el tanque se le claven y le desgarren lentamente toda la carne del cuerpo.
3er motivo: por contemplar cómo coge a uno de los secuaces principales por las solapas y le atraviesa la cara entera de un hostiazo.
4º motivo: por el momentazo inscrito en letras de oro en la historia del cine en el que el agente federal trata de leerle los derechos al lugarteniente de Jigsaw, y Frank, más pragmático y menos burocrático, le vuela (literalmente) los sesos con su escopeta... ante el lógico cabreo del del FBI.
5º motivo: por esperar que la última frase de tan insigne filme vaya a revelarte algún misterio intrínseco del ser humano, algún nuevo y tétrico rincón del alma del Castigador, o algo así... Y en vez de eso, sea "Oh Dios, me has puesto perdido de cerebro".
Esos cinco y en verdad, muchos más. Por favor, si te declaras seguidor de John Matrix, de Joe Hallenbeck y de Marion Cobretti, no cometas el fallo de despreciar a Frank Castle.
2º motivo: por ver cómo en lugar de ejecutar fría y rápidamente al malo, lo que hace es activar la prensadora de reciclado en la que había caído éste, haciendo que los miles de vídrios que hay en el tanque se le claven y le desgarren lentamente toda la carne del cuerpo.
3er motivo: por contemplar cómo coge a uno de los secuaces principales por las solapas y le atraviesa la cara entera de un hostiazo.
4º motivo: por el momentazo inscrito en letras de oro en la historia del cine en el que el agente federal trata de leerle los derechos al lugarteniente de Jigsaw, y Frank, más pragmático y menos burocrático, le vuela (literalmente) los sesos con su escopeta... ante el lógico cabreo del del FBI.
5º motivo: por esperar que la última frase de tan insigne filme vaya a revelarte algún misterio intrínseco del ser humano, algún nuevo y tétrico rincón del alma del Castigador, o algo así... Y en vez de eso, sea "Oh Dios, me has puesto perdido de cerebro".
Esos cinco y en verdad, muchos más. Por favor, si te declaras seguidor de John Matrix, de Joe Hallenbeck y de Marion Cobretti, no cometas el fallo de despreciar a Frank Castle.