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España España · Jaén
Voto de JACHi:
3
Documental Woodstock 99, un festival de música de tres días con la intención de hacer eco de la unidad y del idealismo contracultural del concierto original de 1969 que, en su lugar, cae en revueltas, saqueos y abusos sexuales.
9 de agosto de 2022
14 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jamás creí que diría lo que voy a decir, pero el documental que ha estrenado hace poco Netflix sobre este mismo tema TIENE MENOS IDEOLOGÍA que el perpetrado por Garret Price, de hecho, apenas unas migajas en comparación con esta bomba agendista y repelente.

Desde luego que un progre no puede vivir si no aprovecha la oportunidad que sea para echarte un sermón. No lo pueden evitar, es más fuerte que ellos.

Y es que el documental pierde bastante más tiempo en juzgar y en emitir reflexiones de mercadillo sobre la sociedad moderna que en exponer los hechos y contar simplemente lo que ocurrió. Y para ello se vale de un afroamericano racista, un demócrata defensor de los pobres, y una petarda con esa cara alucinada que impostan 24/7 las “activistas”, a la que por cierto, le dan muchos más minutos de voz que a los organizadores del evento, y todavía me estoy preguntando la razón.

Si tanto echáis en falta una conclusión filosófica barata acerca del por qué este Woodstock ’99 fue una cagada total, se me ocurre que todas las sociedades ultra-reprimidas a la usanza de las anglosajonas, en cuanto encuentran una excusa válida para liberarse de toda esa tensión que acumulan matándose a trabajar y a competir, y una ocasión para desinhibirse, no lo hacen con equilibrio, sino que lo llevan al extremo y la lían. Siempre y allá donde van.

En realidad todo se resume en escasez de agua, falta de saneamiento y control de residuos, y poca seguridad. Da igual que los conciertos sean de cantautores folk que de grupos de death metal; de haber organizado como Dios manda esas tres cosas, no habría sucedido ni el 1% de toda aquella mierda.

Lo que me lleva a reflexionar sobre los tiparracos responsables (pero que irónicamente NO SE HACEN RESPONSABLES), los tales John Scher y Michael Lang, este último incapaz de ofrecer otra cara que no sea la de una media sonrisa algo siniestra, y ambos incapaces de asumir la realidad, y las consecuencias de sus acciones y omisiones. Y de recapacitar acerca del hecho de que mucha gente vaya a un festival para oír a una banda que les guste y hacer otras actividades lúdicas, y en vez de eso resulten gravemente heridas, sean violadas o incluso mueran.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JACHi
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