Los dinosaurios como dice el maestro Krahe son muy siglo XX, bastante acertado pero lejos de la realidad, aunque hay teorías retrogradas como la de Ismael Serrano, se manifiesta diciendo que son más del mayo de París, opiniones hay muchas, pero la realidad es que son de la era Mesozoica. Sin entender de eras, ni de calendarios, un anciano decide saltarse varios miles de milenios de evolución y se dedica a jugar a ser dios, buscando dentro de los testículos de Velociraptor una vía para clonar estos animales extinguidos. Este senil viejo tiene una fijación enfermiza por los testículos de animales, incluso manosea sin parar uno que lleva en su bastón, pero en este caso concreto el testículo es suyo.

Este anciano entrañable aburrido de mirar obras y de acudir al banco a actualizar la cartilla, sale de su rutina para crear un parque de atracciones que dé al mundo la oportunidad de ver a estos antepasados nuestros, pero la cosa se le va un poco de las manos, generando una situación caótica que dejara al parque en la total anarquía jurásica. Bakunin lloraría de felicidad al ver este esplendor social, en el cual el liderazgo del Tiranosaurio Rex acaba y todos los dinosaurios tienen los mismos privilegios, decidiendo en asambleas democráticas y así provocando la eliminación del estado.

El anciano en sus últimos momentos de vida revela una información a Ian Malcolm científico loco, y filósofo especializado en Santo Tomas de Aquino y Tomas Moro, según cuenta este viejo corroído por el alzhéimer existe una isla vecina donde criaban a estos animales jurásicos y desea que asista a este evento natural sin precedentes, antes que la gran multinacional que le da sustento económico la explote comercialmente, llevando a Ian Malcolm y sus secuaces a vivir una aventura única.

Antes de finalizar la crítica quería plasmar un poema escrito una noche que conocí a la mujer de mi vida, aunque alguno blasfeme sobre ella diciendo que tenía joroba, en realidad solo tenía frio. El poema está escrito por sus ojos azules, disfrutarlo.

El gen que dio el color
no es más que el zafiro,
proviene del dolor
de dinosaurios que dieron el piro.
Esos ojos fundidos
dan paso a un camino,
pero están confundidos
llevándote a plantar un pino.

A parte del poema anterior quiero aportar otro que escribí el año pasado cuando me enteré de la muerte de Franco.

Hermosa dictadura canaria
cara al sol estas,
la opinión contraria
debes eliminar,
pero tu caudillo
a mi polla le saca brillo.