Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Drama La historia tiene lugar en el entorno surrealista de una ciudad que se desvanece. Cuando un adolescente descubre un camino secreto hacia una ciudad subacuática, su madre se ve arrastrada a un macabro submundo de fantasía. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2015
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es el título original el que da una pista, bastante clara, de cuál es el tema de 'Lost River'.
No es su poética del abandono, ni su melancolía por el inmovilismo. Es más bien saber que tras ese abandono e inmovilismo hay algo, aterrador y brutal, que nos mantiene atados a un sitio.
Entendiendo un sitio tanto como un lugar o como un estado de la mente.

Lost River, en ese sentido, funciona como un limbo en el que todos los personajes, desde Bones, a su madre Billy, a su vecina Rat, están porque quieren primero, pero porque tienen miedo después.
¿Miedo de qué? Es difícil decirlo. Miedo de dejar todo por cuanto han vivido, miedo de dejar las viejas costumbres y tener que renacer. Un miedo cada vez más universal de lo que parece. Lost River aprieta, y casi va ahogando.

Este miedo se traduce en dos fuerzas de la naturaleza como Dave y Bully (unos extraordinarios, por chiflados sin miedo a tocar el ridículo, Ben Mendelsohn y Matt Smith), dos auténticos psicópatas que han hecho de ese entorno devastado su campo de cultivo, atrapando a las personas que viven en él. De hecho, ambos son dos caras de una misma moneda: el loco acosador con su chaqueta molona y el hombre elegante con traje y oficina, ambos controlando el miedo de su momento vital. Dos acosadores de Bones y Billy, cada uno de su generación, entendiendo que los monstruos existen, a la edad que sea.
Algo más misterioso es el monstruo de Rat: no tanto algo siniestro, sino un fantasma de su pasado que sigue albergando un cuerpo, su abuela permanentemente prendada de otro tiempo delante del televisor, donde todo era más bonito, más auténtico. Un recordatorio siniestro de que, si ese espectro sueña con un pasado que no volverá, ella debe soñar cantando con un futuro improbable.

Y luego está el misterio de las profundidades. Ese evocador camino, no de baldosas amarillas, sino de farolas semi-hundidas. Una carretera hacia quién sabe qué misterios.
Bajo esas aguas, podría decirse que espera el monstruo definitivo: el subconsciente. El que solo logramos atisbar, brevemente, en pesadillas. Un monstruo que podría ser apenas un recuerdo plastificado de otra era más amable y sin embargo el olvido ha hecho bestia mítica, y extraordinaria carga.

La odisea de Bones espeja la de su madre: ambos tratan de vivir con sus monstruos, aceptando que existen, conviviendo con ellos. Pero no basta, a los monstruos hay que enfrentarlos.
A veces necesita un simple destello de valor, a veces la proeza es más mental que física, pero todos podemos derrotar lo que nos impide avanzar.
Y es entonces, cuando avanzamos, cuando somos libres.

'Lost River' podría ser el cuento que le contarías a un adulto, si los adultos quisieran escucharlos.
Pero no deja de ser extraordinario.
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow