Como fue previsto, alguien nos resume a Huxley y a Orwell en un documental de tópicos.
Pero a pesar de la denuncia ya conocida, el relato es capaz de discernir muy bien qué está atacando en cada momento, no hay líos ni alborotos en la documentación, aunque tal vez demasiada para dos horas.
Las acusaciones son magníficas, pues son datos que casi nadie conocía y que estremece saber. Es muy inquietante y además, interesante.
Pero ello no consigue que nos indignemos más de la cuenta, es el ciclo obvio y necesario, el único ciclo. No se puede pretender evitar nada, sólo se puede preveer y preveer además este tipo de documentales, que son necesarios, pero no incendiarios.
El problema de la alteridad final no me parece bien tratado, pero de una iniciativa humanista de este tipo, es de esperar.
Es muy agradable sentir de vez en cuando que nos han abierto los ojos, aunque no sea cierto, por ello, mi nota tan alta y mis agradecimientos.