No hay crítico capaz de escapar a los estereotipos, granujas sin vergüenza, mentirosos de (siempre me gustó) pacotilla!
Y ahora, la verdad. Claro que es predecible, es una biografía, no pueden cambiar al personaje principal en torno al cual gira el mundo en esta película, qué descabellada idea la de creer que el cine es sólo ciencia-ficción. Nos evadimos del mundo en el que vivimos porque no nos creemos nada y miramos al cine buscando la única verdad, Y NO AL REVÉS, ingratos.
Y ahora, mi crítica. La idea, aunque sin fundamento atractivo, con los tópicos de base y sin aliciente especial en su comienzo, trata de buscar un punto de vista de prodigio subversivo, primer error. Pero avanza y crea un personaje muy agradable, demasiado estilizado en su moderna cabecita y poco disfrazada de modelo, poca moda. Las historias de amor son fáciles y simples, segundo error. Pero terminan descubriendo un sentimiento bastante esclarecedor, sencillo y delirante que empapa en pocos segundos. Y aunque frágil, se mantiene en pie para dominar la técnica. Porque técnicamente es bella, con temblores en los albores, pero ingenua y preciosa, muy detallista, muy francesa. La fotografía emerge como de una dirección adulta y preparada y consigue ciertos planos que quedarán para el recuerdo de Tautou y las películas de época, que aunque con los mismos colores cansinos de siempre, se hace visualmente encantadora esa Francia que todos amamos en un determinado momento.
Una magnífica producción con falta de brío, con un personaje con destellos de diva. Y... (en spoiler)