Seis actrices, un único espacio, dos horas por delante y un director detrás de las cámaras que nos enseña según dicen, lo mejor de su extensa filmografía. Fassbinder vivió rápido, sus días eran inacabables entre el trabajo y las juergas, la cantidad de vicios a los que se dedicaba podría dar para escribir una enciclopedia. Pero lo que nos interesa es su extensa obra, y dentro de esa buena cantidad de películas la de Petra es sin duda especial. Por delante ha de ir que en mi opinión es una payasada, así de sencillo y de entrada, porque querer trascender a través de estas dos taradas (la jefa y la esclava) me parece una payasada. Dicho fino es un disparate... Y siendo más sincero aún, aunque suene a contradictorio, no me ha disgustado lo suficiente como para destronarla y ponerla por suelos, suspender y rajar...

Pero tampoco me parece que sea una gran película. Reconozco que hay mucho talento, que está bien hecha y que en cierta medida su brillo la hace especial. Esos vestidos y esos peinados son la leche (tenía que escribirlo así, tal cual), de manera que condicionan una estética que no está separada del contenido en rareza. Lo de la esclava muda es más significativo que las filias y las lágrimas de Petra. En el fondo, ¿qué es?; la historia de una mujer que al parecer se encuentra con una sexualidad nueva, se pasa las horas en la cama, da órdenes a su esclava y decide y deshace delante nuestro. En parte es muy aburrida, en parte es fascinante. Yo me quedo a medias, es rara de verdad, como casi todo el cine del director alemán. Eso sí, encuentro más razonable criticar y rajar de películas así que admirarlas como si fueran obras maestras del cine.