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España España · Madrid
Voto de horacio:
10
Drama Bruno Sachs es un médico de pueblo que atiende en su consulta todo tipo de enfermedades, incluso psicológicas. En el pueblo sólo hay otro médico, que es mayor que él, y al que manda algunos pacientes. Además, Sachs es cirujano y, con motivo de una operación, conocerá a una mujer capaz de sacarlo de la mediocridad espiritual.
7 de abril de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La maladie de Sachs: La enfermedad de Sachs. Aunque se trata de confesiones, el título original es el que cuenta, y ya lo descubrirás cuando te introduzcas en esta película originalísima en la que el amor por el deber de cumplir con el Juramento Hipocrático está por encima de la propia vida.

El día a día de este médico rural se ve acompañado de una sucesión pacientes con breves relatos o monólogos y alguna historia con su comienzo, desarrollo y final: todo con un montaje de excepcional calidad, muy bien interpretado por todos en breves secuencias tratadas como piezas independientes.

Al introducirte en esta obra maestra es imprescindible liberarte de prejuicios y temores: las enfermedades que se mencionan con delicadeza pero también con claridad forman parte de los temores inevitables, y hay muchas, pero eso sí: la enfermedad está siempre ligada a la vida, a la voluntad de consolar cuando no puede curar por parte de un médico leal a sus principios, un tipo completo, vitalista, que adora sus especialidades y respeta infinitamente a sus falsos y reales enfermos, pues todo está mechado de humor y ternura.

Albert Dupontel es el doctor Sachs ideal: alguien capaz de mantener el tipo, hacerte sonreír y conmoverte y preocuparte sólo con gestos; apenas habla, tiene muy poco diálogo, es todo su cuerpo el que expresa variedad de estados y sobre todo su cara, su mirada, sus sonrisas...

En esta apología de lo mejor de los seres humanos hay lugar para una historia de amor en exceso mágica: una sinfonía poética imprescindible para que puedas deambular entre la vida y la muerte, el dolor y la liberación con ánimo encendido y confianza absoluta.

Esta película logra "impúdicamente" convertir en una obra de arte las nobles palabras del doctor Schweitzer, quien no se menciona en absoluto, pero cuyo espíritu planea todo el tiempo. Este médico suizo (1875-1965), músico y filósofo, se las ingenió para construir un hospital en un pequeño país africano con un cartel a la entrada que decía: "Aquí, a cualquier hora que llegue usted encontrará la luz, la ayuda y la bondad humana". Y éste es el principio de La maladie de Sachs: un canto a la esperanza y la solidaridad.
horacio
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