Posiblemente lo más destacable de esta película sea lo fiel que es al cómic de Frank Miller, se traslada el cómic a la pantalla, no se hace una adaptación si no que un calco con esos planos y diálogos iguales a los del cómic, por no hablar de la fotografía del film... Ésta hace de la película un portento visual al estar rodada digitalmente y dándole tonalidades blancas y negras con impresionantes destellos de color. Además te da la sensación de estar leyendo un cómic hasta por el estilo de los efectos especiales, que "cantan" por decirlo de alguna manera, y también por el ritmo de la película, algo lento, falto de pasión para una peli en mi opinión, pero al fin y al cabo es como un cómic: la pasión la pones tú. Prueba de su fidelidad al cómic es que el propio Frank Miller sea codirector de film (lo que ha contribuido más que nada a que los actores conozcan a fondo a los personajes) y esté contento con el resultado final. En el plano interpretativo destaca para bien Rosario Dawson, y para "mal" (o menos bien) Clive Owen, en su línea de cara-palo. Las historias son bastante buenas, destacando "El duro adiós" (la primera, la de Mickey Rourke y Jamie King), que además tiene un tema musical chulísimo y que se podría haber aprovechado toda la peli, pero sobre todo destaca en el aspecto técnico y visual.