Zack Snyder es un “frikie” con suerte. A pesar de haber metido la pata en alguna ocasión en su carrera, ha tenido más aciertos, de manera que no le falta presupuesto para hacer lo que le da la gana, con carta blanca y grandes medios técnicos. Después de salirse con la suya y sacar adelante su caro montaje de “Liga de la justicia” sin pasar por cines, en el mismo año nos trae este desfase de zombies.
La ópera prima de este director ya resucitó (valga la redundancia) a los muertos vivientes en el cine, siendo la chispa de su resurgir junto con “Resident evil” y “28 días después”.
Pues bien, en principio este “ejército” no es secuela de “amanecer” y tiene también un estilo muchísimo menos terrorífico y centrado en la acción.
Los créditos iniciales, con música desenfadada de “Viva Las Vegas” y zombies disfrazados de Elvis, me hacía temer un film paródico en plan “Zombieland” pero con más “gore”.
Pero Snyder no es “frikie” en ese sentido, sino en ser un fanático de la cultura pop y los videojuegos. La película es un festival para los aficionados al mundo “Z”, que creo que no llega a inventar nada a pesar de sus rayadas (increíbles pero perdonables en un film de corte fantástico como este), y que juega muy bien con sus peculiares personajes y las situaciones de supervivencia. Además, como es bastante larga, ofrece unas pequeñas dosis de drama personal para que empaticemos con Dave Bautista y su hija en la ficción.
Es una película tremendamente divertida en la que no se han excedido con el humor (solo aportado por algún personaje), y que tiene muy buenos efectos especiales y escenas de acción. Una gozada para los seguidores de los muertos vivientes, pero que sin embargo me ha gustado algo menos que “Amanecer de los muertos”, mucho más siniestra, oscura y sorprendente cuando todavía no estábamos saturados de estas criaturas.
Muy bien por Snyder en esta ocasión, para seguir con un buen año para él y para sus seguidores.