Un (muy) pequeño clásico de la ciencia ficción es este thriller con Sean Connery.
La película es bastante peculiar, porque transpira el espíritu de las del Oeste, pero se desarrolla en una colonia espacial.
Connery demuestra que es un gran actor y que puede con todo lo que le echen, pues en principio podría parecer que está un poco fuera de lugar.
El misterio que plantea al principio llama bastante la atención, pero pronto se da uno cuenta de que aquí no hay terror ni monstruos alienígenas.
El desarrollo de la trama es un poco lento para mi gusto, quedando la parte central de la película como un simple puente entre el principio y el final.
Un thriller entretenido que no llega a peliculón, pero que no ha soportado demasiado bien el paso del tiempo.