En esta esta cinta lo que lleva siendo los juegos del hambre pretenda dar un giro y pasar a narrar ya directamente la contienda. Ya se ha acabado esa supuesta pretensión de critica social a los regímenes autocráticos y sus absurdos caprichos; que realmente nunca llegó a representar correctamente.
Esto ya es una historia del combate, de la guerra abierta declarada, de los sublevados contra el poder.
Realmente pretende centrarse en el uso de la propaganda y la manipulación informativa de uno y otro bando. Lo cual realmente podría ser un argumento interesante. Pero igual que en las primeras fracasaba en dar profundidad a la crítica de las desigualdades sociales y de los regímenes dictatoriales; en esta también fracasa en de verdad hacer una reflexión interesante sobre la manipulación informativa. Se queda en los fuegos artificiales de envoltorio.
Tiene multitud de situaciones y secuencias absurdas, insostenibles, incluso en cierto modo incoherentes con el propio relato.
Vuelve a quedar por tanto como una película muy pretenciosa y muy falsa, que en ningún momento engancha.