Tranquilo muchacho, pero con aires de sospecha, prosigue la vida de Damien, interesante película que continúa con el conflicto apocalíptico, en esta vez, el joven Jonathan es extraordinario para encarnar a Damien, ya que el parecido es monumental, ni siquiera sospeché que era otro actor, ya que si no hubiera visto las fechas de estas películas no me percataba del detalle.
Buenos diálogos para esta secuela, buena memoria de Jonathan, enfoques tremendos y tomas terroríficas, atractiva forma de los hechos macabros, interesante propuesta, hasta el final, y los choques de miradas de los actores dicen más que sus líneas, no fue un fracaso hacer la continuación, lo recalco.