El final es muy correcto pero no estoy muy de acuerdo en que resulte tan sorprendente.

A ver ¿qué padre que se entera de que a su hija le van a hacer un trasplante va a comprarse una botella de whisky lo primero? Digamos que esa lista de la compra nos da algunas pistas.

Aunque lo más llamativo es que lleve a la niña completamente sedada constantemente.

No lo comento como algo negativo, demuestra que no se quiere dejar al espectador por completo a oscuras y que la película se puede disfrutar conociendo el giro final; o por lo menos, sospechándolo.