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Voto de santos:
8
7,5
16.036
Comedia. Drama. Romance
Jack (Sydney Pollack) y Sally (Judy Davis), dos de sus mejores amigos, sorprenden a Gabe (Woody Allen) y a Judy (Mia Farrow), anunciándoles su intención de separarse. Pasado el primer momento de estupefacción, la pareja empieza a plantearse si su matrimonio se basa en una relación realmente sólida. Mientras Jack y Sally tratan de rehacer sus vidas al lado de otras personas, Gabe comienza a flirtear con una de sus alumnas de la ... [+]
7 de septiembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una rutinaria quedada entre dos matrimonios sale a la luz la ruptura de uno de ellos, a partir de este suceso ambos matrimonios experimentarán muchos estados diferentes a nivel de pareja e individual y la sombra de los celos, infidelidades y manías e inseguridades estará siempre presente.
Buen trabajo de Woody Allen, que resulta mucho más grandioso al fijarse en el contexto personal y sentimental que atravesaban Allen y su pareja y compañera de reparto en gran parte de sus últimos trabajos: Mia Farrow. Si tomamos en cuenta el agitado momento que vivían ambos es mucho más meritorio el buen resultado y la química que demuestran en pantalla.
El guión del genio neoyorquino es brillante, como no podía ser menos, pero hay una gran carga de amargura, reproche y resquemor que sirve para conseguir secuencias de auténtica tensión y para crear una atmósfera agobiante y muy lograda.
El movimiento de la cámara que al principio es mareante, acaba siendo un gran acierto para transmitir ese desasosiego y para que el producto final sea más parecido a un documental que a una película convencional.
Otro tanto a favor son las secuencias de entrevistas personales de los protagonistas con un psicólogo anónimo, en las que cada uno desnuda sus pensamientos y sentimientos y que funciona muy bien para hacernos cómplices de ellos y para empatizar o no con cada uno.
El reparto es muy solvente y variado, a parte del tandem Allen-Farrow hay que sumar al siempre polivalente Sidney Pollack, a Liam Nelson que no me convenció, a la siempre atrayente Juliette Lewis y a una soberbia y apabullante Judy Davis.
Buen trabajo de Woody Allen, que resulta mucho más grandioso al fijarse en el contexto personal y sentimental que atravesaban Allen y su pareja y compañera de reparto en gran parte de sus últimos trabajos: Mia Farrow. Si tomamos en cuenta el agitado momento que vivían ambos es mucho más meritorio el buen resultado y la química que demuestran en pantalla.
El guión del genio neoyorquino es brillante, como no podía ser menos, pero hay una gran carga de amargura, reproche y resquemor que sirve para conseguir secuencias de auténtica tensión y para crear una atmósfera agobiante y muy lograda.
El movimiento de la cámara que al principio es mareante, acaba siendo un gran acierto para transmitir ese desasosiego y para que el producto final sea más parecido a un documental que a una película convencional.
Otro tanto a favor son las secuencias de entrevistas personales de los protagonistas con un psicólogo anónimo, en las que cada uno desnuda sus pensamientos y sentimientos y que funciona muy bien para hacernos cómplices de ellos y para empatizar o no con cada uno.
El reparto es muy solvente y variado, a parte del tandem Allen-Farrow hay que sumar al siempre polivalente Sidney Pollack, a Liam Nelson que no me convenció, a la siempre atrayente Juliette Lewis y a una soberbia y apabullante Judy Davis.