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España España · Madrid
Voto de Naran:
8
Comedia. Drama Andrew Largeman (Braff) vuelve a su casa natal, en Nueva Jersey, después de diez años de ausencia para asistir al funeral de su madre. Allí rememora su pasado y conoce a una chica, Samantha (Portman), que quizá pueda cambiar su vida. Largeman, que acaba de dejar los antidepresivos que ha estado tomando durante años, comienza a redescubrirse a sí mismo, lo que incluye enfrentarse a su padre, psicólogo, y ayudar a Samantha a superar sus ... [+]
5 de diciembre de 2007
36 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Andrew Largeman regresa a su hogar en Nueva Jersey después de 10 años para asistir al funeral de su madre, consigue reconectar con el mundo que dejó atrás, y conoce una chica, Samantha, que podría cambiar su vida para siempre. Habiendo abandonado recientemente los antidepresivos que consumía desde hacía años, el viaje de Largeman de autodescubrimiento causado por el regreso le provoca un descubrimiento aun más saludable, que incluye la confrontación psicológica con su padre y ayudar a Samantha con sus propios problemas psicológicos.
Algo en común (State Garden) se la debo a todos mis cinéfilos compañeros que, consciente o inconscientemente, me la recomendaron. Está escrita, dirigida y actuada por Zach Braff en lo que es su debut. Cualquiera puede pensar que se trata de una obra destinada a satisfacer el ego de su autor, y quizá sea así, pero, con todo, la aparición de este "ego" es una bocanada de frescura para el cine joven norteamericano, que necesita nuevos autores e historias. Por ejemplo, que no considere a los espectadores idiotas.
La historia, sobre la vuelta a casa, la búsqueda de uno mismo, los miedos, de los contrastes entre dos formas de entender y afrontar la vida y sus circunstancias. Una lucha entre la contención emocional, los silencios y los antidepresivos como solución a las dificultades frente a la exteriorización de los problemas y la sinceridad emocional con la gente que nos rodea. Todo está contado mil veces. Dentro de la historia tan convencional, lo que verdaderamente hace de Algo en común una película tan humildemente maravillosa es el gusto de su director por cuidar el detalle y, sobre todo, la sucesión constante de situaciones y personajes que van de la extravagancia más o menos aceptable al más puro surrealismo o patetismo.
Cierto que a veces la película parece que se estanca o se torna excesivamente lenta. Pero para solucionarlo ya está Natalie Portman (¿hay alguien que no esté enamorado de ella?) que ilumina la pantalla y saca del tedio al personaje de Braff. Y es que los dos comparten los mejores y más emocionantes momentos del filme: conociéndose en la sala de espera, las citas en casa de ella, la conversación de la bañera, el baile de claqué, la despedida en el aeropuerto, esa conversación tan incierta y tan real del desenlace ("Entonces, ¿qué hacemos?, ¿qué hacemos?"), o mi escena preferida: Andrew, Sam y Edward, empapados por el chaparrón, subidos a un coche viejo y gritándole al precipicio, con Simon & Garfunkel de fondo. Una banda sonora estupenda.
Inteligente. Melancólica. Sensible. Excéntrica. Desequilibrada. Entrañable, sincera y cercana. Dedicada a todos los que disfrutan paseando bajo la lluvia y a los que siempre han querido hablarle a un precipicio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Naran
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