Tiempo de volver

"Garden State" fue un notable éxito de crítica del cine independiente americano. Nada que objetar. Además, según muchos, descubre internacionalmente a un nuevo talento: al protagonista, director y guionista Zach Braff, extrovertido actor en su teleserie "Scrubs" que aquí, supuestamente de forma intencionada, resulta sorprendentemente soso. Pero uno sospecha que la escasa "cosecha" de nuevos creadores en los últimos años del cine USA tenga algo que ver en este aclamado y sobrevalorado bautizo, pues en el fondo el film no es sino una simpática anécdota, simplona y correcta, de ritmo tranquilo y pretensiones trascendentales. Braff ha hilvanado unas cuantas historietas excéntricas llenas de humor "judío" (que Woody Allen y Seinfeld me perdonen) enmarcadas en un par de ideas globales (la vuelta al hogar, el descubrimiento del amor) totalmente carentes de emociones, y con la desacoplada banda sonora de las canciones preferidas del joven autor. Eso sí: la Portman despliega tanta espontaneidad que la chica no dejó nada para sus "Star Wars".

"Es una divertida y sincera oda a la angustia de los veintitantos. Braff es en sí mismo un talento"

"Aunque no es probable que tenga la cualidad que hace perdurable a "El graduado", presiento que será un film fundamental para la generación actual."

"No es una película perfecta, deambula sin rumbo fijo (...) pero es inteligente y poco convencional, con una notable visión para los pequeños detalles (...) Puntuación: ★★★ (sobre 4)."

"Excelente (...) Melancólica, excéntrica, tierna, cómica y, al mismo tiempo, terrible película sobre el regreso al hogar (...) conmueve, divierte y sorprende"

"Cine que habla de 'la vida' cuyo único defecto está en abundar en esa línea terapeútica que tanto cultiva el cine americano de vocación surrealista. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."