Woody Allen tuvo una idea magnífica, con la que podría haber hecho una obra maestra, pero el resultado es más bien anodino. Pudiendo haber sido una especie de "Big Fish", se queda en la superficie, mostrando a celebridades como Picasso, Hemingway o Dalí como puros figurantes.

El protagonismo de Owen Wilson es irritante. Es Owen Wilson. Pero el resto del reparto es más que interesante, como suele suceder con Woody Allen, en el que destaca un Adrien Brody tan fugaz como magnético. El guión es maravilloso, todo sea dicho, no tanto una ambientación que resulta excesivamente ficticia.

Con todo, "Medianoche en París" transmite unas emociones y te conduce por unos lugares que creo que harán que la guarde en mi mente con afecto.