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Voto de Favio Rossini:
9
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Cine negro. Intriga. Thriller
En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2012
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Ángeles. «La Pacific Insurance Company». Las cerillas de Neff. El dictáfono. «Lo maté por dinero y por una mujer. Ni conseguí el dinero, ni la mujer. Estupendo, ¿verdad?». Casas de estilo español. Seguros de vida. Esclavas tobilleras. Barbara Stanwyck y la toalla. «Yo me siento y hago punto. ¿Y para eso se ha casado?» El polvo en el aire. «Conmigo no haría punto, se lo aseguro». Callles mal alumbradas. Miradas sexualmente asesinas. El plan perfecto.
El tren. Las muletas. El fumador de Oregón. «¿Va usted muy lejos? Palo Alto». Conversaciones entre latas de sopa. Las gafas de Phyllis. Edgar G. Robinson y su hombrecillo interior. La bondad de Lola. Problemas por culpa de una Femme Fatale. Cojines que ocultan revólveres. Dobles indemnizaciones. «¿Por qué no disparaste otra vez, nena?». Keyes y la amistad. «El hombre que buscabas estaba demasiado cerca, justo al otro lado del escritorio». La lejanía de un ascensor cercano. «Yo también te quiero». Última parada: el cementerio.
El tren. Las muletas. El fumador de Oregón. «¿Va usted muy lejos? Palo Alto». Conversaciones entre latas de sopa. Las gafas de Phyllis. Edgar G. Robinson y su hombrecillo interior. La bondad de Lola. Problemas por culpa de una Femme Fatale. Cojines que ocultan revólveres. Dobles indemnizaciones. «¿Por qué no disparaste otra vez, nena?». Keyes y la amistad. «El hombre que buscabas estaba demasiado cerca, justo al otro lado del escritorio». La lejanía de un ascensor cercano. «Yo también te quiero». Última parada: el cementerio.