... de gasoléo y ambición, de honradez y de sangre, con mucho hielo.

Y una película muy fría. Pero eso es lo que quería Mr. Chandor, supongo.

Me causa extrañeza que un director hipercerebral como este (y que por ello me gusta) guste también a los críticos profesionales; a partir de ahora los respetaré un poco más.

El guatemalteco Isaac es la gran esperanza latina y un actor de creativa inexpresividad. Su amiga Ms. Chastain (que tiene también sangre española, ¡quién lo diría!) ya es una gran dama del cine. Y al encarnar a esta pareja casi ejemplar, unida en los negocios y en el amor, ambos llevan a cabo una labor casi perfecta.

¡Ah! Que no se me olvide. Chandor no es el sucesor de Lumet o de Mamet: es Chandor y, si no se tuerce ni lo tuercen, dará muchos días de gloria al cine de Jolibú.