Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
7
Acción. Drama Cuando China estaba dividida en siete reinos que se enfrentaron entre sí para conseguir la hegemonía, la miseria y la muerte asolaron el país. Al rey Qin, que vivía obsesionado con la idea de unificar China y convertirse en el primer Emperador, intentaron asesinarlo los otros monarcas. Entre los asesinos contratados, los más temibles eran Espada Rota, Nieve Volante y Cielo. Qin promete poder, riquezas y una audiencia privada a quien ... [+]
11 de agosto de 2008
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque no puedo negar que su incursión en el género de las artes marciales tiene abundantes elementos dignos de elogio, sin embargo prefiero al Zhang Yimou sencillo de sus anteriores tiempos. El de "Sorgo rojo", "Ju Dou, Semilla de Crisantemo", "La linterna roja", "Vivir", "El camino a casa", "Ni uno menos"... El excelso director que tan magníficamente supo coger trozos de la China rural y profunda y convertirlos en películas, decidió evolucionar hacia un estilo barroco, mucho más rebuscado, cambiando los escenarios humildes por otros fastuosos, de desbocado lujo y cromatismo, donde la estética de los escenarios artificiales y naturales, el vestuario, el maquillaje y el arte coreográfico de las espadas se combinan para crear un conjunto estilizado y armonioso, donde la explosión sensorial es tan importante o más que el propio guión. En cuanto a éste, Yimou trastocó las historias sencillas por otras en las que gusta de retorcer y dar revueltas, y plasmar verdaderas tragedias griegas con personajes envueltos en tortuosas tramas de conspiraciones, traiciones, amores trágicos y continuas luchas y confrontaciones. Un Yimou excesivo y que se recrea en ello, que no omite un solo detalle para llevar la exageración y la delirante grandiosidad hasta más allá de las fronteras de lo simplemente llamativo. Pero también es un Yimou místico, que aborda y saca a la luz algunos de los grandes misterios de ciertas tradiciones milenarias, que muestra al público mundial aspectos de la esencia de la ancestral cultura china, tan difícil de absorber y de comprender para los que no estamos familiarizados con esa concepción que parece rozar lo sobrenatural. De ahí que Yimou no se priva de conferir a sus dramas de artes marciales del manto de lo ultraterreno, de lo que anula las leyes naturales para alcanzar una especie de comunión mística con deidades que se intuyen, con elementos de otra dimensión a la que sólo pueden acceder quienes penetran algunos de los más insondables secretos invisibles, los que ejercitan su espíritu y aprenden a tener un gran dominio de sus mentes y de sus cuerpos y de ese modo pueden burlar las terrenales leyes de la gravedad y avanzar un paso más hacia su propia espiritualidad.
Este Yimou hipnotiza, emborracha la vista, seduce el oído, mantiene despierta le mente. Pero ahí está también el problema: la saturación. Este Yimou llega a empachar. De sus últimos dramas, el único que realmente me dejó satisfecha fue "La casa de las dagas voladoras". Y creo que fue porque no abusó de la presencia de emperadores, palacios imperiales y demás florituras e intrigas palaciegas, como ha hecho en otros filmes. Que es retorcido y saturador, eso desde luego. Pero yo le vi un encanto especial, quizás porque la historia de amor me llenó mucho más, porque la trama tenía sus rasgos de simpatía y desenfado y no todo era un dramón apocalíptico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow